Wacken Open Air 2025
- Efecto Metal
- hace 7 días
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Metal para todos los metaleros del mundo

El Wacken Open Air 2025 dejó mucha tela para cortar. Otra vez el mal clima se hizo presente casi todos los días, lo cual fue un impedimento por momentos, pero a la vez un condimento extra para disfrutar de 4 noches a puro metal.
Lo primero a remarcar es la lealtad inquebrantable de los fanáticos, que soportando todo tipo de contratiempos se hicieron presentes y coparon todos los sectores para acampar disponibles (muchos de esos sectores completamente anegados por el barro). Apenas arribé al festival, el mismo me marcó directamente adonde estaba, ya que tuve que acreditarme y después cubrir el ingreso al predio completamente bajo una lluvia torrencial. Fue la perfecta bienvenida que todos los acreditados por prensa recibimos.

Si hablamos de los shows propiamente dichos, el primero obviamente a destacar es el show de Guns N' Roses, el cual generó una discusión entre los presentes ya que la banda está sonando mejor que nunca, pero la voz de Axl Rose está más ausente y resentida que nunca jamás antes. Tocaron tres horas aproximadamente en la cual desfilaron todos sus clásicos, empezando el recital nada más y nada menos que con “Welcome to the jungle”, pero a medida que avanzaba el show se podía ver que la golpeada voz de Axl Rose cada vez se perdía más, lo cual hoy en día genera una especie de división entre los fanáticos: los más fieles “bancando” todo lo que la banda haga, pero los demás espectadores sintiéndose un poco defraudados, ya que por momentos el nuevo apodo de Axl (Axl Mouse, por el parecido del tono vocal con el famoso ratón) apareció rondando en los comentarios jocosos de la gente.
Un “duelo” interesante fue el protagonizado por la actual vocalista de Nightwish y su proyecto solista, Floor Jansen y la ex vocalista de la banda, Tarja Turunen, en distintos escenarios y días. Ambas mostraron sus realidades de manera distinta, en la cual Tarja reafirma que su proyecto solista es muy sólido y tiene mucho futuro, más si se le suma la presencia de Marko Hietala, quien no solo aporta nostalgia, sino que también una solidez sonora única. Por su lado, Floor Jansen tiene una lucha constante por despegarse de la banda de Holopainen. Si bien ella tocó en el escenario principal, me parece que la finlandesa dejó mucho mejor sabor de boca. Sí hay que remarcar que Jansen solo tocó una canción de Nightwish, casi al final de su setlist. La elegida fue “Nemo”, el hit europeo que la banda supo gestar en la época de Tarja.

Udo y su banda Dirkschneider rindieron tributo a los cuarenta años del icónico “Balls to the Wall”, de su exbanda Accept, sonando ajustados y potentes, disfrutando de uno de los pocos momentos de sol que tuvo el festival. A mi entender tocaron demasiado temprano, de haberlo hecho un poco más tarde la fiesta hubiese sido aún mayor.
Dos bandas que en lo personal me gustaron muchísimo y anhelaba ver fueron Fear Factory y Helmet. Ambas fueron punta de lanza de lo que fue el metal de los 90. En mi humilde opinion, Helmet cumplió y reafirmó su gran presente en el festival, con todas sus canciones más conocidas, esas que ayudaron a crear el hoy llamado “Groove Metal”. Pero yo destaco especialmente a Fear Factory, que sonaron increíblemente poderosos. El setlist casi completamente centrado en “Demanufacture” (salvo por “Linchpin”, la última canción de Dino Cazares y compañía en la jornada). A mi parecer, fue el mejor show de los cuatro días de metal.
El show nocturno de Katatonia vino excelente porque fue el marco ideal para que la banda sueca despliegue todos sus hits llenos de nostalgia, compuesto de una gran parte de sus clásicos, en un repertorio que tampoco se olvidó del criticado (y con justa razón) “Nightmares as extensions of the Waking State”.

Max Cavalera volvió con su proyecto Nailbomb, ese proyecto legendario de la década del noventa que tantas buenas críticas y alegría le dio. La resucitación de Nailbomb fue una gran noticia para el metal en general, porque a la banda se la escuchó muy precisa y todas las canciones sonaron de una manera agresiva, sobre todo las del disco monolítico “Point Blank”. Se suele decir que cuando Max disfruta sobre el escenario, la fiesta es completa. Y eso fue exactamente lo que pasó en el cada vez más influyente escenario Louder.
La jornada se cerró con los noruegos Dimmu Borgir tocando en uno de los escenarios principales, algo no tan común para una banda de black metal. Un set apegado a los sonidos originales de las canciones, algo para destacar realmente.
Para la última jornada del WOA, destacamos las presentaciones de King Diamond, también en el excelente y relevante escenario Louder (que si bien no es el escenario principal cada vez destaca más, al ofrecer un show como aislados del resto de los escenarios principales) logrando una gran convocatoria y con una gran producción escénica. El Rey sonó increíble, haciendo cosas que él solamente hace (¡como por ejemplo presentar la banda al comienzo!) y no dejando ningún clásico que visitar. Larga vida al Rey Diamante.

Cuando llegaron los turnos de Gojira y de Machine Head la lluvia ya era casi torrencial. Yo ya estaba sin equipos, ya que mi cámara de fotos no funcionaba y los celulares estaban completamente mojados. Igualmente se disfrutó de una manera increíble a ambas bandas, las que pasan por un presente muy sólido y más que prometedor. Gojira, después de haber actuado en las Olimpiadas, ya es un nombre de preponderancia mundial, una de las primeras agrupaciones que nos vienen a la cabeza en cualquier cartel digno de un festival de Heavy Metal. Por su lado, Machine Head demostró, además que no solamente disfrutaron del show sobre el escenario a más no poder, que son una banda con una actualidad excelente y con mucho porvenir, algo que parecía una quimera después del olvidable disco “The Burning Red”. Robb Flynn tomó nota de ello y sus consiguientes discos fueron una muestra concisa de música agresiva y “groovera”. Gojira, por su parte, hizo un repaso de su carrera arrancando por los momentos más clásicos y terminando con los últimos discos, logrando una gran conexión con su base de fanáticos, que danzaron y poguearon bajo la lluvia intensa.
Capítulo aparte y para remarcar, lo vivido por la banda argentina Elnueveonce quienes lograron el cuarto puesto en la Metal Battle entre más de treinta bandas de todo el mundo, con una buenísima recepción de la gente y de los periodistas en general presentes en la conferencia de prensa, lo que le augura a la banda argentina un gran futuro. Esperemos y les deseamos desde Efecto Metal todo el éxito y que cuenten con nuestra revista para lo que ellos dispongan.

El new metal se hizo presente con Papa Roach y Static X, bandas que viven un interesante brote de popularidad, producto, quizás, de la cada vez más lucrativa nostalgia musical. Lo mismo podríamos decir de W.A.S.P. y Lita Ford, dos propuestas que supieron ser gigantes, pero en los 80s, aunque ahora también con un nuevo empuje y, sobre todo, nuevo público.
Vale destacar también los shows de Hellacopters (directo al hueso, sin ningún tipo de fisuras), Midnight (ese viejo nuevo metal), Ministry (¡excelente!), Krokus (unos verdaderos héroes del hard rock), Obituary (la voz de John Tardy suena hasta “melódica” hoy en día, muy recomendable) y los incombustibles e injustamente poco reconocidos Angel Witch (que gran escuela generaron). Así se cerró la edición 2025 del Wacken Open Air, el festival más importante del mundo, así de simple. Porque si bien hay otros festivales que tienen un “mejor cartel”, con bandas más famosas y demás, la gente del mundo metálico quiere estar en el Wacken, quiere festejar en el barro y en la lluvia del norte de Alemania y quieren endeudarse para estar presentes, aunque sea una vez en la vida, en el festival de festivales, que sigue siendo una marca de por vida para todo metalero. El Wacken Open Air ya anunció a las primeras bandas para la edición 2026, pero se espera el anuncio de un cabeza de cartel o cabezas de carteles para la época navideña. Estaremos atentos.
Por Coco Cabrera
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