Evitando el ablande del metal mundial

El festival alemán reafirmó este año su posición central en el circuito de festivales europeos, ya coronado como el principal “El festival de heavy metal más importante del mundo”. Muchas bandas de distintos estilos musicales y convocatorias se hicieron presentes en los escenarios del norte de Alemania, algunas con nuevos discos y otros para rememorar viejos laureles. El evento atrajo la concurrencia de muchas personas a lo largo y ancho del planeta, sobre todo gente de Latinoamérica, que son los más ávidos en mostrar sus banderas y las camisetas de fútbol de sus países. También es bueno remarcar que Wacken Open Air sigue siendo una gran vidriera para las bandas consolidadas, sobre todo para las bandas alemanas que no suelen ocupar los primeros puestos en otros festivales europeos y del mundo. Nos dejó la confirmación de algunas bandas como Scorpions y Korn, que si bien tuvieron mejores momentos en el pasado, con mayor exposición mediática, siguen siendo de las bandas más convocantes del globo.

Vale destacar lo que pasó con Opeth, la banda sueca de metal progresivo, que sobrepasó la capacidad de su escenario, por lo cual la seguridad del festival decidió cerrarlo a la concurrencia, ya que estaba totalmente abarrotado para la capacidad prevista, dejando también una señal de atención para los organizadores hacia el futuro, para que este grupo pueda tocar en alguno de los de los escenarios más grandes del festival.
El año pasado, recordemos rápidamente, fue el año de la catástrofe climática, donde centenares de litros de agua cayeron en el norte de Alemania, lo cual dificultó y retrasó absolutamente todo. Este año, en cambio, se llevó a cabo un festival sin ningún contratiempo mayor. La gente pudo disfrutar de todas las ofertas gastronómicas y de merchandising disponibles, así como acceder a los distintos escenarios de una forma expedita, muchos de los cuales están muy separados por muchos cientos de metros.

Mucho metal para escuchar, de todos los estilos y épocas, algunos muy clásicos como Blind Guardian, una de las bandas que suele decirse que generaron “los himnos del Wacken”, entiéndase por eso a las canciones “The Bard's Song” y “Valhalla”, cantadas con toda la fuerzas metálicas de los presentes. La presencia argentina se vio acotada este año a un par de personas en el público, ya que no hubo banda participante en la Metal Battle (que esperemos que prontamente dicho certamen retorne a nuestro país).
Cabe destacar este año, la muy buena organización que tuvo el sector de prensa, con una muy buena velocidad de Internet y con las prestaciones acordes de un evento de esta categoría. La gente de prensa siempre trató de brindarnos todo lo posible y todas las comodidades para que nosotros pudiésemos trabajar de una manera tranquila, rápida y eficiente.
Si bien el festival musicalmente arrancó el miércoles, el jueves fue el primer día fuerte, fue la primera noche con headliner, con el cierre de los incombustibles Scorpions, que quizás haya sido el día con la menor concurrencia de los días principales. Los teutones presentaron un set clásico y emotivo, contando con la presencia de la reina Doro sobre el escenario. El día viernes tuvo el cierre a cargo de Blind Guardian primero (directos y concisos) y después de Korn, banda que tocó todos sus clásicos, haciendo un recital, rápido, efectivo y muy bien recibido por el público, que por sus remeras dejaron entrever que los estadounidenses son una banda transversal en el panorama actual. El día sábado fue un día de lloviznas y calor intenso mezclados, que tuvo el cierre a cargo de Amon Amarth y de Behemonth, sin pasar por alto que en el escenario lindante estaba tocando Cradle of Filth, llevando su propuesta única de Black Metal Gótico a miles de personas. Pero volviendo a los escenarios principales (que estuvieron muy llenos desde muy temprana hora, demostrando que ambas bandas tanto los polacos como los suecos se encuentran en un excelente nivel de convocatoria) ambos grupos brindaron shows tremendos, muy esperados y festejados por sus seguidores.

Me gustaría remarcar también los shows de 3 bandas históricas, como lo son Testament, Hirax y Exhorder, bandas pioneras del thrash metal, brindando sendos shows llenos de energía y precisión. Sobre todo Testament, la banda de la Bay Area, quienes marcaron un legado que hasta el día de hoy sigue impactando en el público. Ellos pasaron momentos muy difíciles no hace mucho tiempo, pero en la actualidad son puntas de lanzas y referentes del estilo. En este Wacken ofrecieron, tocando en unos de los escenarios principales, lo mejor de sus dos primeros e icónicos discos, cuyas estrofas fueron coreadas hasta por las generaciones más jóvenes.
Sería redundante seguir citando las bondades del WOA, un festival que se supo ganar, con su historia y presente, adeptos a lo largo y ancho del planeta, esa gente que está dispuesta a gastar sus ahorros o incluso vender algunos bienes para poder estar presentes, aunque sea una vez en la vida, en “La meca del metal”. Creo que es un festival que tiene muchos años por delante, pero que quizás, solo quizás, deberían reconsiderar un poco el tema del cartel y los headliners, ya que hay otros festivales que han sabido presentar mejores números centrales, bandas más populares o bandas más famosas en el último tiempo. Sin embargo, la gente del mundo, al festival que quieren asistir, en el cual quieren estar, sigue siendo el Wacken Open Air alemán. Un sueño metalero por el que vale la pena luchar.
Por Coco Cabrera
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