Y el festejo que se veía venir, sucedió a pleno
Teatro Vorterix – 15/12/2018
Allá por el mes de septiembre salía a la luz una noticia sorpresiva y emotiva para muchos argentinos. Riff, la banda de rock pesado más relevante en la historia del país, regresaría a los escenarios. Todos sabemos que, sin el emblemático e icónico líder de la agrupación, Norberto “Pappo” Napolitano, es impensado el hecho de hablar de aquella misma mítica banda que rompió con tantas estructuras musicales en la década del ochenta. Sin embargo, el retorno de esta banda nunca fue pensado como algo idéntico a lo que había sido en un pasado, sino que fue presentado como “Riff 2018”, con una formación de lujo:
Víctor “Vitico” Bereciartúa como bajista y líder, Juan Antonio Ferreyra o JAF como segunda guitarra, Luciano Napolitano como guitarra líder y Juan Moro como baterista (ambos hijos de los fallecidos Pappo y Moro, respectivamente). Estos cuatro monstruos del rock realizaron tres fechas en la Ciudad de Buenos Aires, más concretamente en el Teatro Vorterix del barrio de Colegiales. Efecto metal estuvo presente en la fecha del 15 diciembre, último show de este tridente de conciertos históricos.
EL SHOW
El repertorio fue uno muy ecléctico y lleno de nostalgias, puesto que todos los fanáticos se emocionaban al escuchar en vivo semejantes himnos de la música argentina, y después de tantos años. La velada comenzó con el potentísimo tema “Dios Devorador”, y los coreos de los riffs comenzaban a hacerse notar. Quien se destacó en la primera parte del concierto fue JAF, ya que el conjunto decidió iniciar esta fiesta con muchos tracks del álbum “Riff VII”, disco donde el JAF destaca plenamente por su trabajo vocal, y así fue en vivo. Sonaron “La Espada Sagrada”, “Ex-Terminador” y “Elena-X”, una canción mejor que la otra, con el auténtico espíritu de aquella gran formación del año 1985.
Todas las épocas de Riff fueron revividas y repasadas a flor de piel. Canciones como “Necesitamos Más Acción”, “No Detenga Su Motor” y “La Dama Del Lago” eran los indicios y las claras evidencias de aquella sería una noche para los fanáticos de todas las instancias discográficas de esta agrupación. “Parece Que Viene Bien” fue el último tema del álbum “Riff VII” en sonar, para luego seguir cediendo espacio a los clásicos.
“Macadam 3,2,1,0” puso a todo el Vorterix patas arriba, con unos de esos tantos estribillos y riffs memorables de la banda. Posterior a este himno, subió al escenario Nicolás Bereciartúa, empuñando la tercera guitarra en escena, quien se quedó hasta el final del concierto. Con él, llegaron los temas más modernos de Riff, como lo fueron “No Obstante Lo Cual”, “Es Tarde” o el clásico blusero “Sube A Mi Voiture”.
Es difícil posicionar clásicos dentro de los mismos clásicos, pero creo que es certero seleccionar a “Ruedas De Metal” como uno de los temas más característicos de Riff, canción que retumbó en todas las inmediaciones del recinto. También pasó el hit “Mucho Por Hacer”, con muchas repeticiones del estribillo para el deleite de la audiencia.
Más canciones modernas de la mano de “En La Ciudad Del Gran Río”, extraída del clásico y último disco de la agrupación, “Que Sea Rock”. Infaltable también la presencia de “El Forastero”, la canción más popular del álbum “Zona De Nadie”. Con la interpretación de “Susy Cadillac” la banda dio su primer adiós y se despidió de los fanáticos, después de una cantidad muy considerables de temas sumamente rockeros y metaleros.
El conjunto se hizo presente rápidamente en el escenario por segunda vez con la canción “Fuera De Mi”, la cual fue presentada como la última de la noche. Sin embargo, había un tema que faltaba por sonar, y que el público pedía a gritos. De la mano de Nicolás Bereciartúa, empezó a hacerse escuchar el inconfundible riff de “Que Sea Rock”. Cuando entró toda la banda, comenzó a llover papel picado en todo el teatro, culminando así con una fiesta impresionante del rock.
Un verdadero lujo haber presenciado el regreso de esta banda tan importante para la música argentina. Si bien fue un retorno muy polémico y a muchas personas les resultó algo chocante el hecho de que esta banda regresase sin la presencia de su líder, fue una experiencia única que distintas generaciones pudieron vivir en tres noches mágicas. Esperemos que esta serie de conciertos se extienda por todo el 2019 ¡Que sea Rock!