top of page

Estuvimos en Brasil y vimos un festival caliente

Maniacs Metal Meeting: La escena extrema en todo su potencial
duct-red-dark-background.jpg

Jueves 7 de diciembre, a primera hora empieza a trazarse un fin de semana a puro metal extremo. El primer paso es tomar un avión desde Comodoro, en el centro de la Patagonia, a Buenos Aires, la demora de la tripulación de la aerolínea de bandera, hace que pueda tomar la conexión sin inconvenientes, hay gente de negro, cuero y borcegos, son los muchachos de Mortuorial Eclipse, recién venidos de Córdoba y con un destino que nos une en la zona sur de Brasil: Curitiba.

Una vez arribados a Brasil, aunque ellos tienen 5 fechas mas agendadas, tomamos el mismo bondi desde el Aeropuerto a Largo da Ordem, una plaza en la zona centro de Curitiba. Previamente, hacemos tiempo en el bar de Tubas, comemos algo y tomamos unas cervezas, y aprovechamos para conocer a los metaleros con los cuales desandaremos el camino de unos 115 km. que nos depositarán en la “Fazenda Evaristo”, lugar donde será el festival.
Llegamos a la medianoche, nos acreditamos bajo una llovizna tan persistente como incómoda, y ya pudimos abordar el predio propiamente dicho donde había mucha gente trabajando, buena onda y cerveza por todos lados. Teníamos asignada una cabaña junto a Wilson, presentador del evento, y algunos de los organizadores. Luego de la bienvenida, por parte de Paulo, Liziane, Laura y Timoteo,  era hora de descansar.

 

DIA 1

Increíblemente soleado empieza el primer día de festival. Es un gran día para conocer el predio, muy amplio y verde, donde también se hace otro festival muy reconocido, aunque no de metal, como lo es el Psicodelia. Hay un lago con un circuito de destrezas, paintball, rapel, y para quienes gustan de caminar, hay una cascada a poco mas de un kilómetro del galpón en donde se concentra la actividad musical, cabañas y fogones bien distribuidos, un par de puestos de comida, un restaurante con especialidades nativas, otro con especialidad en parrilla argentina y buen chimichurri. A  las 19:30 horas arranca la velada, a puro metal. Una seguidilla de bandas azotan el escenario: Tressultor es quien abre el festival, un cuarteto de clásico thrash metal catarinense con mucha energía. Luego viene Tandra y su folk muy melódico y metalero, más tarde Válvera y su machaque thrasher sin concesiones y Genocidio. Luxuria de Lillith, un trío que hacen vibrar a sus seguidores, nos brindan un black muy potente y Zombie Cookbook traen su death con crossover y thrash enmascarados y con una buena puesta en escena. Siguen desfilando las bandas y es el turno de  Jailor, para luego subir Cassandra, que es una pareja de batería y bajo con metal experimental que llaman la atención y ya tienen su primer disco editado. El cierra de este primer día lo realizan los Ruinas De Sade, muy en onda Cathedral, denso y pesado.
Llegué al fin de la noche exhausto. Era hora de ir a descansar ya que puntualmente a las 4:20 horas  cierra la primera noche de festival.

 

DÍA 2

Cuesta un poco levantarse el sábado, la noche anterior tuvo mucha intensidad, variedad de estilos y algunas muy buenas puestas en escena, algo que deberían tomar muy en cuenta las bandas cuando presentan sus obras en vivo. Todo da inicio a las 13:40 horas y la apertura de esta segunda jornada metalera la tenemos con Fearless Woman, un cuarteto de tradicional heavy metal, exclusivamente formado por mujeres y que cantan en portugués. Luego se van sucediendo Toxic Revolution, Mercy Killing, un metal con mucho pogo, Futhark, para dar el toque folk metal, Division Hell, con su death super ajustado, Surra, Blackmass (la rompe a media tarde). Ya para Nervochaos teníamos una demora de casi una hora en la grilla y de ahí en más se suceden Dark Avenger, Gangrena Gasosa, con una propuesta que nos rememora a los Asspera argentinos o unos Gutalax muy tribales, con un show con todas las letras, un poco defectuoso el sonido de una de las voces al principio, luego solucionado. Cuentan con el público a favor, y el pogo se esparce por todo el lugar, son la antesala a las estrellas.
Luego de esto se vino Gorgoroth, quienes suben sin ser anunciados, de repente, y casi sin que nos diéramos cuenta, ya están tocando. Impresionante, pura energía y locura, muy al palo, el show fue tan clásico como furibundo. Quizás un poco de variación en las luces, no lo haría tan monótono al aspecto visual, con la única mancha (tal como había sucedido en San Pablo), cuando uno de los asistentes de la banda bajó del escenario para golpear a un fotógrafo, situación que terminó con la policía en el predio, llevándose al violento en cuestión. Ya vaciado el predio, que en su mejor momento estuvo a medio ocupar en su aforo de poco más de 2.000 personas, se sucedían en las tablas Symphony Draconis, Dying Suffocation y Chaos Sinopsis. Todos sonaron bien, aunque no presentan gran puesta en escena, así que entre banda y banda, vamos a la parrilla de Mariano, comemos algo y comentamos las alternativas del festival con diferentes músicos. En un momento hay un show de danzas árabes, con percusión y varias fogaratas, una noche ideal para estas prácticas al aire libre, con lo cual la fiesta terminó a las 5 y un poquito más esta vez. El buen clima, las cervezas y las simpáticas metaleras son el marco ideal para que el amor fluya.

DIA 3

 

Domingo, y con el acicalamiento correspondiente, se escucha metal. En forma bastante puntual, ya está todo en condiciones y empiezan a sonar las bandas locales Horror Chamber y Hagbard, ambas con mucha energía. Nosotros nos tomamos un tiempito, ya que muchas no tienen gran propuesta visual ni escénica, nos vamos a almorzar, pues al fin es domingo y es día de parrillada, entre chilenos, eslovenos, brasileros y argentinos, una camaradería total.
Siguiendo con las bandas, suena Khrophus con quienes los cordobeses de Mortuorial Eclipse están girando. Ellos serán los siguientes en subirse al escenario y estamos ansiosos por la música que se viene. Suben a escena, la gente se va acercando, y el momento épico es cuando la bailarina árabe del show de la noche anterior, hace su incursión en el escenario, todas las cámaras la enfocan en ese momento, un punto alto sin dudas. El death metal sinfónico se viste de gala, presentan temas de su disco debut y algo de lo que comenzarán a grabar en el primer semestre de 2018. Todos terminan muy felices ya que fue un gran show.
Siguiendo a con otras bandas, vimos a Desdominus, banda de Sao Paulo con su death-black metal contundente y Malefactor, una clásica banda extrema de Salvador, quienes nos machacan para que tengamos otro momento internacional de lujo: Sube David Shankle Manowar, quien se gana a la gente a fuerza de simpatía. No toca mucho, la verdad es que es más carisma que virtuosismo. El bajista es argentino, así que se oye un acento conocido. Cumplen con muchos clásicos de Manowar y el cantante es una joya, deslumbra con la fuerza y entrega de su voz. Todos felices.
Era hora de cerrar el festival, el momento es de las estrellas locales Krisiun, que son fuertes y la gente los ama. Aunque cansado, el público acompaña, canta y poguea a más no poder, se sabe palpitando el fin del festival, lo disfruta y se emociona. La comunión es total, las emociones nos invaden y así concluye el evento.
La gente empieza a retirarse y nosotros hacemos lo mismo. Nos espera un bus a Curitiba, de ahí un nuevo vuelo a Buenos Aires, breve estadía y vuelta a casa. La verdad es que volví lleno de metal, feliz y agradecido a Paulo y Liziane, quienes fueron los organizadores de esta III Edición del “Maniacs Metal Meeting”, que cada año va reuniendo más metaleros de diversas latitudes. Ellos nos cuidan y cobijan con un entorno natural y sustentable, ahora sí, es tiempo de descansar con el compromiso del retorno el próximo año a este evento extremo cada vez más convocante.

<p>Texto y Foto: Federico Finlez</p>
bottom of page