Como era de esperarse, pasadas las 21 horas, Tarja arrancó con “Serene”, del flamante disco, un trabajo en donde las guitarras suenan más crudas que en los anteriores. Entre las canciones más celebradas de la noche estuvieron “Falling Awake” (primer single de 

“What Lies Beneath”, tercer álbum de la artista), “Nemo” (de Nightwish) y “Victim Of Ritual (de “Colours In The Dark”).

Recordemos que Tarja se largó como solista en 2005 y que lleva editados, hasta la fecha, exitosos álbumes, los cuales fueron premiados con oro y platino en múltiples países, habiendo alcanzado el tope de los charts en reiteradas oportunidades. 

Durante las casi dos horas que duró el concierto, Turunen cambió de vestuario tres veces eligiendo siempre una combinación de colores entre el dorado y el negro, que guardan una relación con la estética gráfica del nuevo disco.

La soprano deleita tan sólo con su presencia probablemente más que cualquier otra artista femenina de raigambre metálica y, en esta ocasión, se destacaron en su banda, el 

cellista Max Lilla, el guitarrista argentino Julián Barret, el reaparecido bajista Doug Wimbish (quien ya nos había visitado junto a ella otras veces). 

Para los bises, eligió “Innocence”, “I Walk Alone” (a la que nos introdujo hablando de las muchas situaciones vividas desde que comenzara con su carrera solista), “Dead Promises” y “Until My Last Breath”, la última canción de la jornada.

Le hicieron el aguante a Tarja las bandas locales Abrasantia, muy en el estilo de 

Nightwish, Epica y grupos similares, donde se destaca su cantante, y Cashate, un cuarteto de death metal que sonó muy ajustado y potente; sin dudas, uno de los exponentes más prometedores de la música extrema argentina.

Se cerró así otra jornada de gran factura musical y Tarja redondeó otra visita que cumplió la expectativa de todos los fans que llenaron el recinto. Artista de gran valía que sigue su carrera siempre ascendente.