Por suerte las cosas empezaron a tiempo: cuando llegamos, ya sonaba Bloodmoon (que estaba programado para las 19.30 horas), aclimatando a los bifes al público con su primer tema “Demonic Possession”.
Bloodmoon es una banda de Países Bajos que se formó en 2016. Oriundos de la localidad de Arnhem, donde tuvo lugar este evento Metal Inferno, fueron los encargados de abrir la noche. Hasta la fecha tienen dos álbumes: “XXXI-I-MMXVIII” (lanzado en el 2018, valga la redundancia) y “The Black Plague” de 2023. Ya los vi un par de veces cuando tocaron en Muziekcafe (Helmond) y la verdad que es una banda que promete calidad tanto por sus melodías como por la ferocidad con la que sacuden a la audiencia. La interacción con el público es habitual y constante. En uno de los temas, Marcel van Hummel se baja del escenario mientras sigue cantando y camina entre el público (en un momento se fue tan atrás que lo perdí de vista y pensé que había ido a la barra a buscar (mas) birra...).
Tras 30 minutos de espera, Bloodmoon subió a escena y nos sacudió con 11 temas que no tuvieron desperdicio. Cierran con su gran número escatológico 'Death by Diarrhea', (tema qué si te gustó mucho, mucho, estaba la remera disponible en el stand de merchandising con la imagen explícita del nombre de dicha obra),
Luego de esto, al escenario lo ocupan los crew para ir desarmando todo y dar paso a la prueba de sonido de los Graceless, segunda banda que nos iría a sacudir un poquito más. Los sonidistas rotan y se instalan frente a la consola. (Observación aparte: por lo general los sonidistas no necesitan estar protegidos con vallas ni enjaulados ni nada por el estilo. No, no, simplemente ellos trabajan tranquilos sin que reciban cerveza gratis caída del cielo debido al mosh o no son invadidos por la audiencia por más llena que esté la sala). Durante la prueba de sonido la gente va y viene, muchos salen a fumar mientras adentro se forma una larga fila para comprar birra. Me encuentro con conocidos, veo el merchandising de las bandas y luego ya voy ocupando de nuevo mi lugar porque se venía Graceless.

Graceless: un show terrible

Arrancan con “Die on Demand” de su primer álbum “Shadowlands”, destacándose la batería por su ritmo constante y preciso que marca la agresividad del tema. Luego adopta melodías tradicionales del doom metal, con guitarras que repiten ciclos melódicos para luego llevarnos de nuevo al caos inicial. Una introducción perfecta para continuar nuestro estado manija.
Sin darnos tiempo a pestañear, siguen con temas como “Malignant Seed” (“Chants from Purgatory”, último álbum) sin dejar atrás el toque agresivo con un comienzo poderoso y constante, (o sea: a los palos). Siguen con “Retaliation of the Wicked”, tema que se destaca por tener un comienzo enérgico gracias a la base contundente de Jasper Aptroot en el bajo. También se luce Bjorn, con solos de guitarra y slides.
Luego de esto, se vienen “Revenge Us (Where Vultures know your name)”, “Die on Demand” (Shadowlands), “Slashed and Served” y “Blood of the Brave”, hasta llegar a “Embrace the Rain”, tema doomero, muy melódico y con la voz de Remco que transmitía esa angustia que suele escucharse en temas del viejo black metal. (y por supuesto no podía faltar qué en la parte instrumental y más melódica del tema, estuviesen Remco, Bjorn y Jasper bien alineados al frente del escenario, agitando sus melenas al son de la canción). Este tema fue tan romántico que me dieron ganas de apretar a mi novio, pero estaba ocupada escribiendo y mi querido novio estaba disfrutando de la banda y sacando algunas fotos (risas).
Graceless termina con “Warpath” y esto quiere decir sin duda que el público vuelve a hacer pogo y a sus alegres orgías de piñas y empujes. Este último tema termina también en forma abrupta, seguido con un “Dankjewel” (gracias) de Remco, a lo cual el público responde con cuernitos y levantando muchos vasos de birra.

God Dethroned: un final a full

En el escenario solo está Frank “Skillpero” quien empieza con una corta intro en la bata. Al poco tiempo ingresa, Jeroen en el bajo, Dave en la guitarra principal y Henri en voz y guitarra rítmica, y empiezan a tocar a pleno. Henri grita algo al público y este le responde con unos: "Ey! Eyl Ey!” acompañando esa marcha a medio tiempo que destaca la intro de “Illuminati” (Illuminati 2020). Este primer tema es muy enriquecido ya que va desde lo melódico extremo hasta tener cortes más tranquilos. La batería de Skillpero siempre presente exhibiendo un abanico de diferentes patrones rítmicos (los que saben en la materia, tendrán un concepto más preciso que yo) y en el estribillo acompañan también a Henri, las voces de Jeroen y Dave.
Ni bien termina el tema, Henri grita "Is goed jullie te zien” (que bueno verlos!) y siguen con “Villa Vampiria” (del álbum “Ravenous” - 2001) La batería haciendo todo lo que tiene que hacer, y de hecho, lo hace muy bien. El “Villa Vampiria” es gritado por los 3 de nuevo al unísono. Tema muy rítmico y melódico.
Siguen con “No Man's Land” (“Passiondale - 2009), “Asmodevs” (Asmodevs - 2022), número que disfrute mucho por tener mucha melodía a lo black de la vieja escuela,  “Spirit of Beelzebub” y “Poison Fog” (el solo de Dave fue simplemente bello). Luego de esto, se vienen: “Serpent King”, “Boiling Blood” (estos dos últimos temas son del álbum “Bloody Blasphemy” de 1999), “Soulsweeper (Into The Lungs of Hell)”, tema que volvió a generar un pogo más violento. Con “Hating Life” (The Toxic Touch - 2006), se recuperó el ritmo perfecto para hacer headbanging combinado con más pogo. “Storm of Steel” (“Under the Sign of the Iron Cross - 2010) fue un tema donde los 4 parecían estar poseídos por lo brutal y enérgico de casi todo el tema. La voz inframunda de Henri, los dedos de Dave volando sobre el traste, Jeroen golpeando las cuerdas y Skillpero a full quien no paró en todo el tema de mostrar técnica, velocidad y sonoridad. Realmente fue una tormenta de acero tal como lo dice el nombre. No cierran la noche sin “Nihilism” (“The Lair of the White Worm - 2004) con esa intro que amenaza que todo, pero todo, se va a pudrir... Y así fue, dándole duro y parejo hasta el final con cortes más melódicos y pausados por momentos para luego volver a lo tenebroso y feroz. Así, estos 4 caballeros macabros se despiden, saludando al público de lejos y de cerca. La audiencia le responde con más cuernitos y aplausos.
No había visto antes a God Dethroned en vivo así que escuchar la batería tan precisa de Skillpero fue lo primero que me llamó la atención por la prolijidad y precisión.
Melódico, brutal y preciso son las tres palabras con las que definiría a God Dethroned. Buena fecha es poco decir.