Entrevistamos a Rubén Martínez, guitarrista de Iorio, en la previa del concierto
“El show de Quilmes será muy especial”
Rubén Martínez es un violero con gran experiencia y que pudo plasmar en Vorax, buena parte de su poderío. En esta banda compartía con su hermano Walter los sueños y proyectos. Ahora, como una paradoja del destino, comparte escenario también con su hermano, pero formando parte del grupo de Iorio. Un sueño hecho realidad y que se está desarrollando a pleno. A pocos días de una nueva fecha en Enigma de Quilmes (sábado 23 de febrero), charlamos con él para saber con que expectativa preparan el show y como es la actualidad de la banda.
Contame un poco como es la actualidad de la banda y como se sienten tocando con Iorio...
Estamos tocando con Ricardo desde hace dos años y medio ya con esta formación, con esta formación que él quiso tener. Muchas veces Ricardo viajó para ensayar con nosotros y a medida que fueron pasando los shows nos afianzamos y ahora estamos sonando muy bien, es una verdadera familia lo que se formó, además hay dos parejas de hermanos (risas). Por un lado están Facundo y Alejo (León) y Walter y Yo (Martínez), y Joanita en teclados más Ricardo, la verdad es que funciona de maravilla.
Puntualmente, ¿cómo entraste al grupo y cómo tomaste el llamado de Ricardo para unirte a su banda?
En un primer momento yo solo iba a estar ayudando en la parte técnica, y en un momento Ricardo llama y dice: “Rubén tiene que ser de la banda”. Allá por el año ‘99 él habló conmigo para que me sumase a Almafuerte como segunda guitarra, ya que mi hermano estaba como baterista, pero bueno, no se dio en ese momento de que yo fuese como un complemento del Tano Marciello y en el 2016, cuando ya estaba todo armando en su banda, me llama para que forme parte. Es como que por fin consiguió tocar con dos guitarristas, algo que nunca pasó en su carrera anteriormente. En lo personal, imagínate, primero el hecho de tocar con Ricardo que es el padre y el mentor del metal argentino, y además estar tocando con mi hermano junto a una banda que suena fresca y muy potente. Soy de los que piensan de que si tenés un sueño y luchas por él, se cumple.
Ahora se viene un show muy bueno en Enigma de Quilmes, ¿cómo se están preparando para esta fecha?
Nosotros nos venimos preparando, desde que se consolidó esta banda, con dos o tres ensayos semanales. Tratamos siempre de variar un poco el repertorio y la gente se va a encontrar con un resumen de los 40 años de carrera de Ricardo, es decir, canciones de V8, de Hermética, de Almafuerte y alguna que otra rareza, por qué no. Yo creo que el show de Quilmes será muy especial, porque en zona sur no hemos tocado mucho, así que sabemos que hay mucha gente que nos quiere escuchar, así que le estamos poniendo toda la garra, porque sabemos que va a estar bárabaro y que la gente lo va a disfrutar.
¿Cómo es el clima de los ensayos? ¿Iorio aparece algunas veces para sumarse a lo que hacen ustedes?
Al principio ensayábamos bastante seguido con Ricardo, aunque nunca hicimos ensayos largos como un show. Cómo Ricardo vive lejos, cuando viene a hacer algún trámite como SADAIC o algo así, nos juntamos y ensayamos. Pero por lo general ensayamos los músicos, canto yo las canciones como suelo hacerlo en vivo, ya que en los shows en vivo estoy cantando y ayudando a Ricardo. Él cuando armó la banda preparó un set como de 40 canciones, en los ensayos tratamos de variar la lista al tocar en vivo y durante la semana mediante una llamada telefónica definimos cuales temas serán parte del show. Es un show de dos horas más o menos. Ya tenemos esta fórmula de comunicación que nos funciona bastante bien y hace que los shows salgan impecables.
Sabemos que el disco nuevo ya está grabado. ¿Qué me podés adelantar de las canciones que registraron? ¿Son todos covers?
Lo que te puedo decir que es un disco doble, trae 21 canciones. Es un repaso histórico de temas que nunca fueron cantados en un disco por él, temas de V8 y Hermética en su mayoría. Pero también temas de intérpretes que a él le gustan mucho. No te voy a adelantar títulos, pero sí nombre de autores como Facundo Cabral, José Larralde, hay un homenaje que Ricardo le hace a Ricky Espinosa (N. De la R.: el fallecido vocalista de Flema), y todas son versiones al estilo de Iorio. Hay también un tema de León Gieco, uno de Lito Nebia y es todo lo que puedo anticipar. Lo otro que también te digo es que logramos un sonido fabuloso.
¿Tenés idea aproximada de cuándo saldrá a la venta?
Ya venimos con ese tema bastante retrasados, la idea es que salga para abril. El disco está terminado, está en proceso de mastering, faltan solamente detalles como son el arte de tapa, pero creemos que para abril ya estará disponible en todos lados.
¿Cómo es estar de gira con Iorio o compartir con él grabaciones o asados?
Es el otro show aperte de un concierto, es lo que la gente no ve. Porque si bien nosotros la pasamos muy bien sobre el escenario, eso es algo que se nota, sobre todo cuando veo algúm video que sube la gente, pero realmente lo bueno es compartir momentos con Ricardo. Por ejemplo, una parte del disco la grabamos en San Rafael, Mendoza, donde estuvimos una semana en una casa comiendo asado todos los días, compartiendo muchas charlas, muchas risas, momentos que realmente se disfrutan en gran nivel. Las horas de grabación también fueron increíbles. Ricardo es una persona muy enérgica cuando está trabajando, pero nos escucha mucho a nosotros también. Él se apega mucho cuando ve que hay compañerismo, sobre todo Walter y yo, que tenemos su misma edad. Y si le sumas el talento de los chicos que complementan la banda, porque la verdad que es tremendo lo que toca Alejo, Facu, Joana, el resultado te da un grupo que disfruta de lo que hace en todo momento, en los ensayos, en las giras, en camarines, durante las sesiones de grabación en el estudio, es algo muy bueno que uno no se lo imaginaba.
¿Qué pensás que musicalmente le aportan a la banda tu hermano y vos?
Creo que no descubro nada si te digo lo que aporta Walter en la batería, un tipo que tiene un tempo tremendo. Muchos músicos han querido trabajar con él y lo han llamado muchas veces para que ayude en alguna grabaciónción. Buscan eso que Walter tiene al tocar la batería, ese equilibrio justo de potencia a la hora de tocar metal. Yo, en la banda de Ricardo, soy el encargado de llevar un ritmo muy machacante para que, por ejemplo, se luzca Alejo en los solos. Con Walter nos conocemos mucho y así le damos a Ricardo en la voz y a Alejo en la primera viola, una comodidad para que ellos puedan exponer todo lo que saben, los hacemos sentir lo más cómodos que podamos. Es como lo que hablábamos antes, cuando tenés sueños, éstos se vuelven realidad cuando uno se pone firme en los ensayos. Walter y yo somos dos personas que si bien no somos virtuosos, si somos unos trabajadores de la música, el ensayo es lo primordial para sonar de la forma en que nosotros sonamos. Trabajamos mucho en la sala de ensayo, ensayamos y ensayamos porque esa es la única forma que una banda suene ajustada. Siempre lo digo: yo no tengo futuro, mi futuro es este. Cuando tenía 20 decía: “Que bueno sería tener una banda”, y ahora a mis 52 años estar en una banda tocando con mi hermano y con Ricardo es como un sueño cumplido que disfruto todos los días.
Por Coco Cabrera
Foto: Romina Gillón